Abstract:
El objetivo de esta tesis, es estudiar el gasto en medicamentos en pacientes ambulatorios,
pertenecientes a los planes de salud del Hospital Privado de Comunidad de Mar del Plata.
Explicar las razones de su aumento continuo y entender las marcadas diferencias del gasto
entre los distintos planes de salud.
Al analizar la evolución del gasto total anual podemos observar un incremento sostenido;
esto se debe a un aumento progresivo del número de planes de salud y un aumento paulatino
del gasto per cápita. En 1991 se gastaban aproximadamente $15.000 mensuales, en 1997 se
llegó a $65.000, mientras que el gasto per cápita pagado por el HPC a las farmacias
(descontando el porcentaje que abona el paciente) en 1991 era de $1.- y en 1997 de
aproximadamente $ 2,50.
Determinamos un incremento progresivo en el número de recetas-afiliado año, el que en
1994 fue de 2,13 y en 1997 2,27; al mismo tiempo el costo de las recetas fue aumentando
paulatinamente de $23,53 en 1994 a $25,70 en 1997.
Por lo tanto podemos decir que aumentó el número de planes, el gasto total, el gasto per
cápita, el número de recetas por afiliado por año, y el costo por receta.
Al estudiar el gasto, encontramos dos grupos de planes con diferencias marcadas en cuanto
al gasto: planes de alto gasto y planes de bajo gasto. Realizamos comparaciones, tratando
de dilucidar las razones que expliquen las diferencias.
Determinamos que no existían diferencias en cuanto al sexo, sí en cuanto a la composición
etaria, pero removida ésta mediante la construcción de un modelo de regresión y la
utilización de la herramienta estadística: test de F, se mantenían diferencias estadísticamente
significativas a favor del tipo de plan. En el grupo etano de mayor peso económico por
número de afiliados y gasto anual, estudiamos las patologías prevalentes de uno y otro grupo,
revisando cien historias clínicas y no encontramos diferencias significativas en ese grupo.
Determinamos el porcentaje de cobertura en medicamentos, el que podría influir pues los
planes de alto gasto tienen un 20% de mayor cobertura en promedio, pero pareciera que esto
solo, no alcanza a justificar un gasto 200 a 300% mayor.
Medimos el gasto por grupo etano en periodos de cinco años, y establecimos que las
diferencias persistieron en todos los grupos, pero éstas se acrecientan a partir de los 40 años.
Estudiamos el gasto anual en los veinte medicamentos de mayor peso económico por plan
de salud, los clasificamos según grupo terapéutico y luego, comparamos los planes de alto
gasto y los de bajo gasto, y encontramos que las diferencias a favor de los planes de alto
gasto fueron altamente significativas en todos los grupos excepto uno. Las diferencias más
evidentes, se observaron en los medicamentos del grupo cardiovascular, siguiéndole en orden
de importancia el grupo músculo-esquelético, genito-urinario y dermatológico. En el grupo
correspondiente a tracto alimentario y endócrino, los planes de bajo gasto gastaron
significativamente más que los de alto gasto.
Los factores biológicos analizados, no alcanzaron a explicar las diferencias (edad, sexo,
patología prevalente), por lo que sospecho que el componente socio-cultural, es el
responsable de semejantes diferencias, ya que todos los planes de salud pertenecen a la clase
media, y que por patologías serias recibirán la medicación indicada. Los planes de alto gasto
son también los más caros, lo que hace pensar que pertenecen a una clase media más
acomodada, la que ejerce mayor presión para la prescripción de medicamentos, sobre todo los
relacionados con lo preventivo, (reemplazo hormonal en la menopausia, prevención de la
osteoporosis, hipolipemiantes, antioxidantes). El médico prescriptor percibe que este grupo
de clientes, debe ser retenido e inconscientemente puede estar dispuesto a usar más
medicamentos, más modernos y caros.
Finalmente establecimos que el gasto total en medicamentos (ambulatorios, internación,
vacunas, y citostáticos), de los planes de salud como porcentaje del ingreso total originado
por ellos mismos es del 12.89%, el que se compara favorablemente con el del país (30%), y
es similar al de ciertos países desarrollados (Inglaterra 12.8%, Francia 17.85%, Bélgica
17.9%, España 17.85%).