Resumen:
Este trabajo busca desarmar y
comprender las formas en las que actúa el sistema penal, las instituciones
represivas del estado y la sociedad misma favoreciendo la perpetuación de la
violencia policial.
Durante nuestra práctica supervisada nos encontramos con algo que, si
bien se sabe, no deja de conmover escuchar estos relatos en primera persona:
la policía ejerce una autoridad brutal y actúa con absoluta deshumanización
frente a los sectores más marginados de nuestra sociedad. Las condenas de
quienes se enfrentan con la ley no terminan al caducar las mismas, sino que
cuando una persona pobre ingresa por primera vez en el sistema penal
pareciera estar condenada a no salir nunca de él. En este marco la institución
policial ejerce un rol de perpetuador de esta situación utilizando la violencia en
sus múltiples y más horrorosas formas conocidas: golpizas, detenciones
ilegales, torturas, violencia sexual, ataques sexuales contra menores de edad,
sostenimiento de negocios ilegales como la venta de armas, drogas ilegales,
trata de personas con fines de explotación sexual; garantizando la impunidad
de sectores enriquecidos y condenando a los sectores más pobres a
mantenerse pobres.