Resumo:
Dentro del sistema capitalista en Argentina, podemos observar la persisten-
cia de un modelo de salud sostenido por diferentes instituciones que avalan un dis-
curso dominante y que obstaculiza cualquier práctica considerada “alternativa”. Por consiguiente, nos proponemos explorar acerca de este campo1 y de una de las prácticas alternativas en salud que se contrapone a este modelo, el uso medicinal de aceite de cannabis mediado por el auto cultivo. El cannabis con fines de investigación médica se legalizó en Argentina en marzo de 2017. Sin embargo, el acceso al aceite importado previsto en la ley es exclusivo, además de dejar por fuera el autocultivo, aunque esta actividad genere calidad de vida, autonomía y alivio de los síntomas a personas con distintas patologías y a su entorno familiar.
Es por esto, que nuestro principal objetivo es conocer la relación entre los principios bioéticos de autonomía y vulnerabilidad en la ONG “mamá cultiva”-asociación de madres cultivadoras de cannabis dentro del partido de General Pueyrredón-. Desde un posicionamiento bioético, entendemos que la autonomía de las madres cultivadoras -y por lo tanto la de sus hijes-, que recurren a su propia experiencia ante la imposibilidad de obtener información fundada desde otros saberes, puede quedar limitada por distintos factores, sociales, económicos, legales, de género, que generan vulnerabilidad.
Expuesto esto, desde nuestra profesión, es de suma importancia problematizar dentro del campo de la salud qué lugar ocupan las terapias alternativas y sus usuaries, ya que es objetivo primordial del Trabajador Social velar por el ejercicio pleno de los derechos humanos de las personas. De esta manera, se trata de favorecer la autonomía como un principio fundamental y colectivo en salud opuesto al paternalismo médico, facilitando la dignidad de estas personas.