¿Puede el trabajador social ser educador sexual de personas con retardo mental?

Abstract

El presente trabajo pretende realizar una exploración acerca de las posibilidades del Perfil profesional del Trabajo Social, para constituirse en educador sexual de personas con retraso mental. Cabe destacar que se parte de una visión oolítica de la discapacidad, si bien para esta investigación se selecciona un tipo específico de discapacidad, como es el retraso mental, se realiza a fin de profundizar la investigación. Para ello se realizó un encuadre teórico de los diferentes aspectos a tener en cuenta, como por ejemplo un análisis de como la sociedad trata lo diferente, la discapacidad, las características del educando, sexualidad, aspectos de la educación en general, educación sexual, características del educador y Trabajo Social. Que se desarrolla en la primera parte del trabajo. En un segundo momento del trabajo se detalla un trabajo de campo que se realizó a fin de recoger datos de la realidad en forma directa, seleccionándose como unidad de análisis, las instituciones educativas de la ciudad de Mar del Plata que atienden a población con retraso mental. Donde se analizo los antecedentes en cuanto a la educación sexual. También se realizaron entrevistas con profesionales que trabajan en el ámbito de educación sexual, a fin de tomar los aportes desde su experiencia. Por ultimo se realiza una conclusión a modo de análisis de la realidad y de las posibilidades del trabajador social de constituirse en educador sexual en personas con retraso mental La motivación de realizar esta investigación, surge ante la observación de la demanda, en el periodo 2003-2004 cuando la autora realizo su pasantía en la Escuela Especial 513. Pues si bien en este sentido la institución recibía el aporte esporádico de un medico, que con buena voluntad, concurría a realizar algunas charlas, este recurso resultaba insuficiente en virtud de la falta de continuidad, acompañamiento, y la situación que se da, por no pertenecer a la institución. Frente a este cuadro situacional la educación sexual muchas veces era insuficiente, lo que dejaba a los menores a situación de riesgo, en el sentido de no contar con herramientas para su desarrollo integral.